Paris en la Roma. Y otras consideraciones.

Paris en la Roma. Y otras consideraciones.

Es que basta con darle la vuelta a una manzana para invocar el (re) afrancesamiento de la colonia. Ese con el que Porfirio Díaz casi se hubiera sentido orgulloso. Ese que te roba un suspiro y hace que la nostalgia entre por cada poro de la piel. Nostalgia no por el bello Paris ni  por sus calles de formas perfectas dispuestas siempre a complacer los sentidos de quien las recorre. Nostalgia por La Ciudad. Esta ciudad. Por su grandeza. Su perfecta imperfección.

Esta admirable ciudad que continuamente se reinventa. Se conjuga en la forma y el tiempo que le pongan. Ciudad ecléctica que se combina tomando los mejores elementos del concierto internacional. Diversa y cosmopolita a morir. Abierta siempre a culturas y costumbres diferentes. Contrastante y contradictoria por antonomasia que me ha hecho amarla desde que tengo recuerdo, por su savoir faire del desmadre en el que no hay una lógica o racional explicación de cómo es que las cosas funcionan en este lugar en el que nada es del todo inesperado y todo puede suceder.

A very special place.

 

´Hay una cosa que se llama tiempo. Es como un bicho que anda y anda´

´Hay una cosa que se llama tiempo. Es como un bicho que anda y anda´

Y el problema no es que ande. El problema es que su andar es limitado. Y nos transcurre casi todo tomándolo por cierto, dándolo por hecho. Cuando no tenemos una sola hora que perder. Ni una sola hora que desaprovechar. Para explorar caminos diversos de los que hemos transitado, caminos que nos lleven a conocer otras vidas, otras formas, otras culturas. O para los que, como yo, hacemos las cosas medio al revés, medio en sentido contrario y empezamos por el final motivados por el pánico de que no vayamos a llegar, sin esperar turnos, no tenemos una sola hora que malgastar para recuperar lo que nos hemos saltado. So, take the plane. Hit the road.

Dress for who? Dress for no one.

Dress for who? Dress for no one.

Comúnmente, se impone la idea de que nuestra particular selección de ropa está asociada a la necesidad de causar un impacto. Ya en alguien más, ya in ourselves.
Personalmente, me gusta pensar en la elección de ropa que cada día hago, como una manera effortless de poner en telas, colores, formas, texturas lo que soy. Como la más autentica forma de reconocerme, asimilarme y traducirme. Así. Sin mucho esfuerzo.