
Nunca he sido una persona de ostentación ni pretensiones. Aprender a expresarme desde la simplicidad, ha sido el camino corto para encontrar mi estilo. El propio. Casi irrevocable y personalísimo.
Y es que una white t-shirt puede decirlo todo. Al lado de un par de blue jeans, vence inapelablemente la provocación de llenarse de elementos recargados, lo que muy frecuentemente es una irresistible tentación, porque no siempre less tiene que ser more.
El encanto del mix, consiste en que no puedo pensar en un lugar, en cualquier sábado, de cualquier verano en el que resultare inapropiado.
Es ahí donde se encuentra la auténtica elegancia, la genuina, la que nunca pasará de moda, con la versatilidad. La posibilidad de ir a donde quieras. De hacer lo que sea. De sentirte invencible, cómoda y segura sin importar los planes que te reserve el fin.
Ahí la magia de la simplicidad.
No puedo coincidir más.
Sentirse cómoda con una misma debe ser la regla!!!
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